Los centros de salud de atención primaria ya comienzan a ser utilizados como centros de prehospitalización para pacientes Covid-19 a raíz del colapso hospitalario, sin contar ni con protocolos ministeriales, ni condiciones estructurales como tampoco con el equipamiento de protección que corresponde para el personal; solo improvisación, tal como ha sido la norma durante la pandemia.

Gissel Vera es dirigenta de Confusam en Conchalí. Ella cuenta que desde hace unas semanas -cuando se denunció el colapso del hospital San José y la gran cantidad de ambulancias esperando afuera-, se los instruyó para que los pacientes complejos permanecieran en los cesfam Bachelet y Lucas Sierra así como en el sar de la comuna en prehospitalización. Solo cuando el hospital les avisase podían trasladarlos.

Esto ha implicado que la persona puede llegar en la mañana al cesfam Bachelet y a medianoche seguir ahí mientras el recinto opera como sapu. Finalmente como el tiempo de espera se extendía más allá del horario de funcionamiento, se creó un turno de noche para facilitar la permanencia. “Hay pacientes que han estado durante tres días esperando en el sar, estamos funcionando prácticamente como un hospital”, añade.

Uno de los graves problemas -dice Gissel- es que el director de salud obliga a que haya permanentemente personal con los pacientes. Esto ha provocado tensión en trabajadores y trabajadoras por estar sometidos tantas horas a esa carga viral durante su jornada. Además, tampoco han sido capacitados para desempeñar tareas de cuidado en prehospitalización.

Agrega que los pacientes permanecen durante esas largas horas diurnas y nocturnas en camillas, sin alimentación, agua ni abrigo. En los casos en que tienen familiares estos suplen algunas de las carencias, pero han llegado numerosos ancianos y ancianas solos y han compartido generosamente sus almuerzos con ellos. Lo anterior, demuestra que no se planificó que en una estadía extensa se debe responder a necesidades básicas: “no pensaron que las personas comen o requieren estar abrigadas”, añade la dirigenta.

En los últimos días, producto de los reclamos, a los cesfam se han enviado estufas así como colaciones consistentes en galletas y jugos para los pacientes. Pero siguen sin poder darles un té o un café caliente durante la espera; tampoco disponen en los consultorios de frazadas para hacer la situación de enfermos y enfermas menos angustiante.

Por último, señala que le inquieta que el colapso hospitalario se traslade también a la atención primaria: ” ya hemos tenido varios fallecidos y si siguen aumentando, no disponemos de las condiciones para manejarlos en nuestros centros”, concluye.

Confusam exige protocolos al Ministerio

Claudia Paredes, presidenta de la Federación Metropolitana Norte, afirma que en otras comunas del sector norte ya se preparan nuevos centros de salud para prehospitalizar. En ese sentido, le preocupa porque en varias de ellas el personal no está protegido con mascarillas N95 o similar, solo con las quirúrgicas y tampoco disponen de vestimenta adecuada para desempeñar estas tareas, aumentando el riesgo de enfermar por Covid-19. No olvidemos que al 10 de junio ya son 1.057 los funcionarios y funcionarias de atención primaria que se han contagiado en el país.

Dice que “si el nivel secundario hubiese contenido los contagios, atención primaria sería el puente expedito que diagnostica y envía a los pacientes al hospital. No tendríamos que realizar funciones del nivel secundario sobre la marcha, para las que no estamos preparados y que irán aumentando en la medida que los hospitales colapsen”.

Por su parte, Gabriela Flores, presidenta del gremio, denuncia que en esta materia el Minsal está actuando con la misma improvisación que en otras medidas sanitarias. Explica que dadas las actuales circunstancias de pandemia en que se le entrega una nueva tarea a la atención primaria que no es parte de las funciones de este nivel de atención, Confusam está exigiendo al Ministerio que se establezcan protocolos a la brevedad. Remarca la dirigenta que estas normas son prioritarias, “porque sin ellas se pone en riesgo la vida de trabajadores y trabajadoras de APS y eso no lo vamos a permitir”.