El resultado de la última negociación del Gobierno de Piñera y los trabajadores del sector público, sin duda, buscó aplacar a uno de los grupos amenazado  fuertemente por el programa del candidato Kast. El proceso pasó de la represión a las y los dirigentes cuando fueron a entregar su petitorio, al aplazamiento del proceso hasta después de la primera vuelta y, cuando los gremios se preparaban para marchar en todo Chile, concluyó con una oferta que propició un rápido acuerdo.  ¿Estrategia gubernamental para enfrentar la segunda vuelta?

Cuando todo hacía pensar que los 16 gremios del sector público tendrían que sostener una larga movilización con paros y marchas para incrementar los montos del reajuste,  el día antes de la primera marcha llamada para el  2 de diciembre,  se firmó el acuerdo.  En total, en siete días de negociación la oferta del Gobierno se elevó de  4,5 por ciento a 5,1 y, luego, a 6,1.

Manuel Gajardo, asesor de Confusam y de la Mesa, señala que “esta cifra es capaz de defender los salarios de la inflación,  de lo que les ha comido el alza del costo de la vida que llega en el último año a seis por ciento”. Recordemos que en 2020, el reajuste alcanzó a 2,7 por ciento para rentas de hasta dos millones y a 0,8 para quienes ganaban más. Como la inflación fue de 2,7 los sueldos mayores tuvieron una pérdida.

Manuel Gajardo

Manuel Gajardo 

Adicionalmente, prosigue el economista, se recuperó el bono de término de conflicto, que el ex ministro Briones recortó a la mitad el año pasado.  Así, este alcanzará a 190 mil para rentas inferiores y a 95 mil para superiores, habiéndose incrementado la línea de corte de dos millones a dos millones 790 mil. Por su parte,  el bono de vacaciones  también reducido por el anterior ministro de Hacienda, se “recuperó en buena medida siendo de cien mil  para los trabajadores de rentas inferiores y de 50 mil para los de rentas superiores”, expresa Gajardo. Los demás beneficios fueron reajustados en un 6,1.

Bono Covid y otros temas

Gabriela Flores, presidenta de Confusam, afirma que la negociación los sorprendió bastante, ya que partió mal porque fueron reprimidos y luego vino el aplazamiento. Sin embargo, “ya el primer día que presionamos, el Gobierno puso de inmediato una cifra superior al cuatro por ciento. Estábamos preparados para movilizarnos con una marcha en todo el país y, el día anterior, estuvo el acuerdo firmado”, declara.

Destaca que la disposición del Ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda,  fue muy diferente a la expresada por Briones, “que era maltratador y muy prepotente. Esto  llevó a una conversación en que escuchó nuestros planteamientos y eso permitió avanzar”.

Gabriela Flores

Explica nuestra máxima dirigenta, que  en la Cámara de Diputados se instaló el bono Covid por parte de los congresistas, pero no saben si, finalmente, será aprobado.  Este, continúa, no estuvo en la negociación: “El Gobierno nos dijo que si lo daba, disminuiría otros y la Mesa optó por recuperar poder adquisitivo y beneficios que nos habían quitado o reducido”. Lo anterior, porque ya en 2020 se le entregó ese bono a las y los trabajadores de salud con el apoyo de las restantes organizaciones, y ahora tocaba jugársela por todos.

Añade que hubo dos gremios -Fenats Nacional y Confedepruss- que no firmaron el acuerdo,  porque querían solucionar temas que los afectaban específicamente.  Por ejemplo, señala, “recuperar horas extraordinarias que les disminuyeron  a los centralizados con la pandemia e insistían en el bono Covid que no tuvo apoyo de la Mesa”.

Por último, producto de la negociación el Gobierno patrocinó el proyecto de 14 días de descanso compensatorio para el personal sanitario por la pandemia;  también pagará la diferencia de trato usuario en tramo 1  y extendió el periodo para postular a la asignación de daño previsional. Asimismo, en enero se instalarán mesas con el Ejecutivo para abordar los temas de cuidado  infantil, derecho a salacuna, incentivo al retiro, zonas extremas, y estabilidad laboral que convocan al sector público.