La aprobación de una tercera Ley de Alivio que gestionó Confusam recientemente, tendrá  efectos muy positivos en cientos de trabajadores y trabajadoras de atención primaria que año a año sufren la incertidumbre de no saber si continuarán laborando. Si bien en algunas zonas, los alcaldes han sido  más reticentes a su aplicación,  ya son decenas las personas que han visto un cambio muy importante en su vida y proyectos.

Justicia Divina

Jovita Prieto labora en el cesfam Alfredo Gantz de La Unión. Ella reconoce  con emoción como muy positivo “todo lo que se ha conseguido. Esta Ley de Alivio me beneficia directamente a mí y a muchos de mis colegas, es una justicia divina para nosotros”.

Desde hace ocho años trabaja en el mismo cesfam, “que amo con todo mi corazón y me siento muy representada por nuestra Afusam y por toda la Confusam. Agradezco que sigan luchando por todos, ya que nuestros derechos tienen que ser defendidos. Muchas veces, nuestra voz no es oída porque estamos más abajo. Pero si tenemos a nuestros dirigentes nacionales como voceros, se van a conseguir esta y muchas cosas más”, dice esperanzada.

 

Lloré de emoción

Con 24 años,  Diego Oyarzún es tens desde 2018 en el cesfam Dr. Raúl Yazigi de Lo Prado. Se desempeña en la Unidad de toma de muestras y urgencias.

El joven trabajador postuló en 2020 por concurso público y no le alcanzó el puntaje por sus pocos años de servicio. Este 2021 la Ley de Alivio le permitió salir de su condición de contrata y adquirir carácter de indefinido.

Feliz dice: “Cuando leí el correo en que me comunicaban mi nueva situación, el  17 de diciembre, fue una alegría  increíble. Lloré mientras nos abrazábamos con mis compañeros; fue maravilloso”.

Diego afirma que todos los años, en noviembre, le llegaba una carta donde le indicaban que cesaba su contrato. Y luego debía esperar, preocupado, por otra comunicación en que le informarán que continuaba. Por eso, expresa que si bien su cambio de contrato no implica un mayor beneficio económico, “me da tranquilidad y seguridad. Puedo hacer planes a largo plazo, como postular a un subsidio habitacional o un crédito hipotecario e independizarme. Estaré tranquilo haciendo mi trabajo y no con el miedo de que me digan que se acabó mi contrato”.