Casi la mitad de las y los 1.960 trabajadores de atención primaria contagiados en el país con Covid-19 al 13 de julio, laboran en las comunas bajo el alero de Fremesam en la Región Metropolitana. Lo mismo ocurría con 7 de los 9 fallecidos en APS ¿Por qué se han concentrado allí los casos? Aquí procuramos dar algunas pistas.

 

En total son 906 funcionarios y funcionarias de APS que han enfermado y trabajan en algunas de las 16 comunas del sur y suroriente de la capital, agrupadas bajo Fremesam. De acuerdo a la cantidad de población de estas, las zonas con mayores cifras de trabajadores de atención primaria enfermos por diez mil habitantes son: San Ramón, 9,2 (80 contagios); Paine, 7 (58 contagios) y La Pintana, 6.9 (131 contagios), todas con calificación prioritaria. Por el contrario, en La Reina, comuna sin prioridad social, la cifra alcanza a 0,5.

En el resto de las federaciones metropolitanas, la situación es la siguiente: Occidente: 164 contagios; Frodesap, 20 y Fetsaman, 35.

DOLOROSA SITUACIÓN

Gislena Reyes, dirigenta nacional y vicepresidenta de Fremesam, señala que su directorio se ha sentido muy golpeado por esta dolorosa situación. Y, analizando las variables, afirma que los dos servicios de salud de esa jurisdicción tienen algunas de las comunas más populosas y con mayores niveles de pobreza.

El servicio suroriente abarca 7 comunas, incluyendo a Puente Alto la más poblada del país (645 mil habitantes) y a La Florida, con el cuarto lugar a nivel nacional (402 mil habitantes); asimismo a La Pintana, que encabeza el Índice de Prioridad Social 2019 en la Región Metropolitana. El servicio de salud sur comprende, a su vez, 9 comunas entre las que se encuentran: Lo Espejo, y San Ramón que también ocupan primeros lugares en el Índice 2019.

A nivel de la población general, de los 262 mil contagiados y contagiadas en RM, un tercio habita en estas 16 comunas (83 mil) y concentra 2.281 de las 6.561 muertes en la capital, según el informe epidemiológico 32, del 10 de julio.

GESTIÓN COMUNAL Y RECURSOS

Otras razones que argumenta Gislena tienen que ver con el manejo comunal y la protección y seguridad laboral que se brindan a las y los trabajadores: “cada comuna actúa con autonomía y algunas con pocos recursos tienen mucha dependencia del servicio de salud”, señala.

Cita el caso de San Ramón, “retrato fiel de lo que puede ocurrir en una pandemia. Es un sector vulnerable, dependiente del aporte del Estado, ya que -prácticamente- operaba con los EPP que le entregaba el servicio de salud”. Esta situación cambió cuando fallece Juvenal Campos, guardia del cesfam Gabriela Mistral, obligándolos a “dar un viraje y proveer de mayor protección”, indica. Aun así, en julio muere un segundo trabajador: Miguel Adasme, conductor de la corporación de salud. Cabe señalar que esta comuna ostenta el triste récor de ser la segunda con mayor mortalidad por Covid-19 en la Región Metropolitana detrás de PAC.

A lo anterior, comenta, se suma que posee todavía consultorios con infraestructura “deplorable”, como La Bandera, el cual también funciona como sapu, donde es muy difícil generar condiciones de distanciamiento social y aislamiento, pese al gran esfuerzo y compromiso de sus trabajadores y trabajadoras.

INVISIBILIZACIÓN DE APS

Indica la dirigenta que en la primera etapa de la pandemia (marzo-mayo), “el servicio de salud repartió elementos de protección principalmente para el hospital y poco hacia la atención primaria. Además, las circulares del Minsal eran muy restrictivas y la entrega de EPP se circunscribía a quienes hacían atención clínica”, lo que se ha mantenido con la circular 37 que Confusam exige se modifique. Lo anterior fue avalado, por las indicaciones de la OMS, que -al principio- señalaba que el virus no se transmitía por vía aérea, pero ahora no descarta que así ocurra.

Lamentablemente, añade, esa visión se instaló en los gestores comunales, además con la intención de alargar la vida útil de los EPP y ahorrar. A ello, se sumó que al inicio, el Ministerio de Salud radicó sus esfuerzos en el paciente crítico del nivel secundario y terciario, con la compra de ventiladores para evitar aplicar cuarentenas y aislamiento. Paralelamente, se invisibilizó durante los primeros meses a la APS, recuerda.

Explica la vicepresidenta de Fremesam que realizaron un estudio en ocho centros de salud de La Florida para saber por qué en tres, se concentraban los Covid positivos. Comprobaron que ocurría por problemas de gestión de la dirección pero también por falta de medidas de autocuidado. Plantea que no todo el personal sabe usar los EPP y que se creyó -erróneamente- que sabían ocuparlos y no se entregó suficiente capacitación.

En resumen, a juicio de la federación, han jugado un importante rol en las altas cifras de contagio en ese sector de la Región Metropolitana, tanto las indicaciones restrictivas del Minsal, como los escasos recursos comunales, una numerosa población que atender y la errada estrategia de ahorro por parte de los gestores.

Para el análisis posterior quedará saber por qué de los nueve fallecidos y fallecidas de APS hasta ahora a nivel nacional: 4 trabajaban como choferes, 1 como guardia y tres en tareas administrativas o como auxiliar. Gislena Reyes señala que esas son categorías que en atención primaria ganan menos: “es posible que haya determinantes sociales que no conocemos, habrá que investigar”. Lo que sí está claro, concluye, “es que desconocíamos la realidad social de funcionarios y funcionarias”.

 

Foto: turno C, cesfam La Bandera.