Hace un par de semanas, el Presidente Gabriel Boric abordó durante la Reunión de Alto Nivel sobre Cobertura en Salud Universal en la ONU, el piloto de Universalización de la atención primaria en marcha en Chile. A propósito de ese encuentro, el salubrista y asesor de Confusam, Ricardo Fábrega, se refiere a la situación de este Plan en el país y al compromiso adoptado por los países de Las Américas para transformar los sistemas de salud, con base en la APS.

-¿En qué consiste el Pacto 30-30-30?

– En el marco de los 40 años de Alma Ata, en 2018, se discutió cómo renovar la atención primaria y se generó una propuesta de qué hacer para que la salud universal esté basada en la APS. Al documento le faltaba un resumen de compromiso político y este se tomó en México, en abril de 2019, en el lanzamiento del informe técnico. Allí, los países de Las Américas acordaron el Pacto 30-30-30, el que significa poner a todos los sistemas de salud a alcanzar la salud y la atención primaria universal al 2030. Como ejes concretos para medir, los países se comprometieron a destinar un 30 por ciento del gasto público en salud para la atención primaria, lamentablemente, hoy la mayoría está muy por debajo de esa meta; también acordaron disminuir en un 30 por ciento las barreras de acceso, lo que implicaba -en muchos casos- una fuerte inversión en zonas rurales y en las más vulnerables de las grandes ciudades. Estábamos en eso y vino la pandemia; ahora se está retomando con mucha fuerza.

-¿En la reciente reunión sobre Cobertura en Salud Universal en la ONU, se habló de avances o solo de retomar esa senda?  

-Básicamente fue la renovación del compromiso, no hubo avances porque salud está todavía con los efectos de la pospandemia. La salud sigue sobreexigida con los retrasos y la acumulación de listas de espera,  porque hubo dos años donde no se hizo prácticamente otra cosa que covid. El 2023 en la mayoría de los países -más que en Chile- hay mucho rezago producto de la pandemia.

El compromiso es que para la próxima reunión deben llegar mucho más preparados y con sistemas mas fuertemente centrados en la atención primaria. Lo que ahora se hizo, más bien, fue ver qué se aprendió de la pandemia y lo que se aprendió, es que los sistemas de salud que mejor respondieron son los que están basados en la estrategia de atención primaria.

-El Banco Mundial está apoyando la instalación de la atención primaria universal? 

-En 2021 el Banco Mundial sacó un informe donde reconocen que la atención primaria y la Declaración de Alma Ata han sido lo más fructífero en términos de resultados de salud para la población. Eso no lo había hecho nunca, también reconoce que la APS es la manera para que haya salud universal. En ese sentido, llama a los países a cumplir, o sea, dice que si ya lo descubrimos y estamos todos de acuerdo, entonces es el momento de la acción y no de seguir hablando.

El Banco Mundial nunca había estado en esta línea y es muy claro en sus conclusiones y dice que eso se empezará a notar en los proyectos que financie. En Perú ya hace dos o tres años que prepararon un proyecto; ahora en Chile se han comprometido a financiar el proyecto de universalización del Presidente Boric.

-¿En qué situación está el piloto de universalización en nuestro país?

-Partió despacio este año con siete comunas, en todo lo que tiene que ver con mejorías de gestión y programas nuevos, aparentemente ha funcionado bien. Lo que ha funcionado lento es la inscripción de personas del sector privado y de Capredena, no ha habido un registro de inscritos como se esperaba, pero falta llegar a diciembre.

-¿Cuántas comunas se sumarán el próximo año?

-Habían comprometido sesenta comunas en el proyecto original, pero en el presupuesto vienen recursos que permitirían aumentar en 13 o 15 más, eso es lo que aparentemente figura con los fondos que hay. Por eso, Confusam se va a abocar, entre otros temas, a que el plan de universalización vaya en serio.