La Ley corta de isapres deberá estar lista en mayo para dar cumplimiento al fallo de la Corte Suprema que obliga a estas instituciones a aplicar la tabla única de factores y a devolver los cobros en exceso. En este contexto ya se ha sabido que estas entidades comienzan a exhibir números azules, alejando el fantasma de su caída en bloque.
El salubrista Ricardo Fábrega -quien junto a otras voces ha denunciado el mecanismo de mutualización, esgrimido como única alternativa para evitar la caída del sistema y el pago de la deuda a las y los usuarios del sistema privado-, profundiza en el estado actual de este proceso.
-¿En fácil, qué es la mutualización?
-Se usa el vocablo mutualización pero no es eso lo que se propone. En teoría de seguros lo que se mutualiza son los riesgos, no las deudas; se trata de un mal uso del lenguaje para aparentar que son solidarios. Es un travestismo comunicacional porque lo que proponen es una redistribución de la deuda. Su tesis es que como a las mujeres y a adultos mayores les cobraron más, a los hombres les cobraron menos. Lo razonable, según los autores de esta propuesta, es que la deuda con las mujeres se netee con lo que podrían haber cobrado a los hombres y no lo hicieron. Por lo tanto, deben cobrarse de lo que no le cobraron a los hombres a costa de la deuda que tienen con las mujeres y adultos mayores y que paguen ellas y los adultos mayores. Eso, es lo que rebaja la deuda.
-¿Por qué este mecanismo es ilegal?
-Uno, porque el Tribunal estableció cómo se cobra la deuda y no dice nada sobre que haya que cobrar a quienes no se les cobro. En concreto, dice que a los que no se les cobro no se los toca. Esto se infiere del texto porque dice que si el resultado es negativo se deja igual y no hay que devolver ni cobrar nada.
Dos, porque reconocer que se les cobraba menos a unos y más a otros, es reconocer que se discriminaba y eso está prohibido por el Tribunal Constitucional y por las leyes chilenas. Si el Estado reconoce que las isapres cometían delito: entonces, ¿Por qué no se las sancionó desde 2010? Los que abogan por la mutualización dicen: Sí, cometimos delito, entonces neteemos la cosa; asumen que discriminaron a las mujeres y a adultos mayores esperando salir bien librados. Hay una falta a la fe pública y una violación a los principios elementales de una civilización, como es el respeto a las leyes.
El modelo de negocios de las isapres era violar la ley, porque la gente no reclamaba, solo unos pocos; ninguna institución que viole la ley puede seguir funcionando. El Tribunal estableció que tienen una deuda y algunos dicen que es muy alta, pero ¡ya hubo un perdonazo parcial porque venían violando la ley desde el 2010! La Corte Suprema determinó que tienen que devolver lo cobrado en exceso desde mayo del 2020, ¡les perdonaron diez años de deuda! y si prescribió deberían pagar desde el 2017.
-¿Podrían quebrar las isapres?
-Todas no van a quebrar. En la medida que sigue siendo un buen negocio y que hay un público interesado, las isapres continuarán existiendo. Si una empresa lo hace mal surge otra que cumple el mismo servicio, eso ocurre en todos los mercados.
-Las personas siguen afiliadas a las isapres, pese a esta gran crisis…
-Sus usuarios no confían en las isapres, pero tampoco confían en que si se van a Fonasa este les cumpla. No confían en nadie, pero como tienen capacidad de pago mientras el sistema siga funcionando prefieren seguir allí.
-Cree que la Ley corta de isapres, finalmente, incorpore la mutualización?
-No hay ninguna posibilidad. El Gobierno entendió que la propuesta es ilegal y la Ministra de Salud lo ha dicho en todo los tonos. No voy a valorar intenciones, no sé si el Gobierno -en un principio- quería encontrar una fórmula para rebajar la deuda, pero les demostramos que no se podía.