Después de toda una vida entregada a la salud municipal de Tiltil, Elba Lafferte decidió jubilarse y postular al incentivo al retiro. Pero como no estaban al día sus imposiciones postergó su salida y, al momento de hacerla realidad este año, se enteró de que su indemnización había sido gastada por la anterior administración. Bajo presión y por gestiones de Confusam, el actual alcalde le pagó a fines de septiembre y pudo, finalmente, acogerse a su merecido descanso.
Elba trabajó 39 años como tens para la Municipalidad de Tiltil. Partió haciendo rondas en la posta del sector de Huertos Familiares y luego en Polpaico. En 2018 postuló al incentivo al retiro y en 2020 llegaron los dineros a la Corporación.
Lamentablemente, como le adeudaban varios meses de imposiciones acordó con la alcaldesa de ese momento, Eva Aburto, que a más tardar en abril de este año estarían saldadas y podría jubilarse. Concurrió en esa fecha a consultar junto a las dirigentas de Afusalud Tiltil, Valeria Guerra y Gabriela Alvarez, y se enteraron que la Corporación había ocupado en otros fines los recursos de su incentivo al retiro.
Es solo cosa de imaginarse la angustia que embargó a Elba. Después de casi cuatro décadas laborando para la misma institución, su empleador se gasta su indemnización que más encina ni siquiera la aportó la municipalidad, ya que es fruto de las negociaciones de Confusam con el Ministerio de Salud.
“Estaba preocupada y nerviosa porque podía perder mi platita, tenía miedo porque la obtuve después de harto sacrificio y trabajo”, nos dice. Pero no se encontraba sola en su pelea, las dirigentas de la asociación base removieron cielo y tierra para apoyarla. “Sola no lo hubiese conseguido, muy buenas dirigentas me tocaron”, añade feliz Elba. También presionó directamente la presidenta de Confusam, Gabriela Flores, que asistió a la reunión del Concejo Municipal a plantear ese y otros temas al alcalde.
Ya con su incentivo en el bolsillo, espera que se cumpla el compromiso del actual alcalde Luis Valenzuela, de que se regularicen máximo en diciembre, las siete cotizaciones que todavía le adeudan: “Estoy contenta, es toda una vida la que entregué a la municipalidad y a la salud”, concluye.
Afusalud Tiltil: la lucha sigue
La dirigenta Gabriela Álvarez, expresa su alegría por el cumplimiento de uno de sus objetivos como organización. Y afirma que el alcalde “pidió disculpas y tuvo que asumir la responsabilidad de la municipalidad. Él fue concejal y sabía qué había pasado con Elba. Si no le hubiesen pagado, ella habría perdido su plata y su cupo e igual habrían tenido que devolver los dineros”.
Asimismo, cuenta que en octubre deberán quedar al día los cinco meses de atrasos en las cotizaciones de los funcionarios. Con respecto a los pagos pendientes en la caja de compensación Los Andes, por lo cual algunos asociados tiene orden de embargo, dice que consiguieron que se suspendieran los descuentos y ellos pagarán directamente la deuda mientras la corporación se pone al día.
Pero otros problemas persisten. Señala Gabriela que tienen diferencias con la Directora de Salud que no les quiere reconocer un protocolo de acuerdo con beneficios para los funcionarios, solo lo ha hecho con la organización paralela que agrupa a la mayoría de los profesionales. También les ha dicho la autoridad que solo aplicará la Ley de Alivio a las categorías A y B. Parece que la directiva en cuestión no ha leído el reglamento de la ley, donde incluso se indica que debe incorporar a la comisión, a un representante de la organización gremial con mayor representación y, en Tiltil, es la asociación base de Confusam.
.