Universalización de la salud primaria,  foco en la inversión sanitaria rural, incentivo al retiro… La Ministra Begoña Yarza conversa con Infusam sobre los principales temas de interés para la atención primaria.

-¿En qué consiste el plan piloto que se iniciará para universalizar la APS?

-Tiene que ver con lo que aprendimos en pandemia: a problemas  de salud  relevantes,  las respuestas que funcionaron fueron las de universalización. A nadie le preguntamos cuánto gana  ni en qué seguro se encuentra para darle la vacuna.

Creemos que en el plebiscito se aprobará la nueva Constitución, que el derecho a la salud se consagrará y que requeriremos de un sistema universal de salud. Soñamos en el programa del presidente Boric, que ese sistema esté basado en la estrategia de APS con pertinencia territorial y local;  con participación  de las personas que habitan el territorio, esa forma de mirar la salud es la que va a impregnar todo el sistema sanitario. Y aunque estamos inspirados en los sistemas de Inglaterra, Uruguay, Brasil, entre otros, debemos tener experiencia en Chile. Por ello, nos imaginamos un piloto en seis comunas rurales y urbanas, de extremos y centro (pero no Santiago), donde la brecha entre la gente que se atiende en atención primaria y la población total no sea muy grande.

Calcularemos la brecha y un financiamiento de acuerdo a un per cápita considerando la población INE, y propondremos un monto corregido con indexadores distintos, hay varios indicadores en Chile que son mejores abordando el tema del territorio. Trataremos de financiar el  mayor porcentaje solo por per cápita y medir por resultados sanitarios.

-¿Cuándo partirá y por cuánto tiempo se evaluará?

– Partirá el segundo semestre. Montaremos las primeras comunas, iremos aprendiendo y modificando. Luego incorporaremos otras e iremos escalando mientras vamos evaluando. En el territorio también tenemos  que instalar dispositivos  para la atención secundaria,  que respondan a ciertos procedimientos  y diagnósticos terapéuticos de algunas especialidades básicas.  Creemos que el equipo de familia debe ser el centro y si considera que los factores de riesgo de una familia dan para una endoscopia, debe tener acceso y no estar en la lista de espera del hospital.

No podemos fortalecer atención primaria sino somos capaces de abrirle la puerta a las preguntas que el equipo de cabecera de esa familia se hace y quiere responder con  exámenes. Ese equipo comandará el proceso de estudio, de derivaciones.

-¿Reforzará el equipo de salud?

-Debemos ver qué reforzar. Los temas  más emergentes que tenemos son salud mental y rehabilitación, ya estamos pensando en reforzarlos. Por eso que hay que partir de a poco, no me imagino este  proceso de universalización en uno o dos años. Es un camino que imagino empezando desde provincia y llegando, finalmente, a Santiago, con respuestas más claras.

– En este proceso ¿Cuál sería el rol de Confusam?

-Tenemos que ir conversando para que los trabajadores sepan lo que estamos haciendo y participen de este aprendizaje colectivo.

-¿Cambiarán los parámetros de las metas sanitarias?

-Sí y tenemos que conversarlas. No me gusta que las metas estén tan vinculadas al sueldo.

-¿En qué consiste la idea de una Escuela de Gobierno?

-Reconociendo que para ser un líder en salud primaria se deben  tener ciertas competencias, pensamos en esa escuela. Queremos invitar a las universidades y a Confusam a ser parte de un Consejo que defina las competencias que queremos lograr para hacer esta transformación. Desde esa mirada iremos  generando una oferta de cursos y capacitaciones para cerrar brechas de competencia.

Queremos que las pasantías sean parte de la Escuela de Gobierno que partirá con atención primaria. Hay experiencias muy positivas de sistemas universales en Costa Rica, Cuba, Uruguay y otros, y por qué no las van a ir a ver los trabajadores y reforzar la mirada transformadora. Además, permite reconocer a los mejores. Es un puro círculo virtuoso.

-¿Habrá nuevo incentivo al retiro o solo se corregirán problemas del actual proceso?  

-Quisimos iniciar una mesa con estos temas más específicos. Estamos muy optimistas de que llegaremos a buen término y es un acuerdo para mirar hacia adelante.

-¿Cuál es la situación con la infraestructura que no se terminó de edificar bajo el gobierno anterior?

-Hemos ido construyendo un diagnóstico de cómo van las inversiones. Fueron muy lentas porque solo se ejecutó un 40 por ciento. Le hemos pedido a la División de Inversiones que nos presente la realidad actual y las medidas que se deben tomar. Vamos a hacer una presentación a la Cámara de Diputados donde contaremos en qué estado están.

Lo que está claro es que en las inversiones han estado ajenos los temas rurales y queremos reparar e incorporar a los  planes de inversión el tema de ruralidad, que cubre un 22-23 por ciento de la población.  Existe una ausencia del Estado y genera disminución de resultados sanitarios coincidiendo con pueblos originarios, y esa coincidencia no es banal o aleatoria. Estamos en el diagnóstico para tomar medidas correctoras y armar una nueva área de inversión pública en salud rural.