Las cifras de agresiones preocupan enormemente a las y los dirigentes de Confusam.  La salud mental de la población, el aumento del narcotráfico y las listas de espera producto de la pandemia, comienzan a ser razones que elevan las situaciones de maltrato hacia trabajadores y trabajadoras de los centro de salud primaria. Y la respuesta del sistema para contenerlas aun es precaria.

Hace unas semanas, Nadia Vicencio, tens de la posta de Pedregal en Montepatria, fue agredida físicamente por una usuaria. A principios de agosto, en la misma comuna, pero en la posta de Ramadas le sucedió lo mismo a la tens Gabriela Pizarro. En ambos casos se puso querella por parte del municipio y las afectadas recibieron apoyo sicológico.

Sin embargo, pese a las acciones judiciales  y al acompañamiento a las trabajadoras, la ola de violencia está lejos de ser controlada. Luz Oliva, presidenta de la asociación base de Montepatria, en la IV Región, expresa que solo en el sars comunal llevan contabilizadas diez agresiones este año. Sin embargo, existe una cifra oculta aun mayor porque las y los funcionarios prefieren no denunciar. Entre los temas que más le preocupan señala que están las situaciones con balazos y con cuchillos en los centros que se están haciendo comunes.

Directiva Afusam Montepatria

Y para qué mencionar el estado de salud mental de la población. La dirigenta precisa que tienen entre dos a tres notificaciones de intento de suicidio semanales en la comuna, lo que refleja el preocupante estado sicológico de las personas. Al respecto, enfatiza que tampoco disponen de infraestructura para atender esos mayores requerimientos. Así, que el tema de brindar apoyo se transforma en un verdadero círculo sin salida.

Pese a lo anterior, destaca que el municipio ha mejorado la seguridad de los recintos, instalando botones de pánico, cierres perimetrales, cámaras y facilitadores que controlan el ingreso.  Asimismo, la directiva de Afusam espera tener funcionando la Mesa de seguridad comunal antes del 30 de agosto.

A nivel regional

Por su parte, Rodrigo Bustamante, presidente de Confusam IV Región, expresa que el tema de la seguridad en los recintos de salud tiene múltiples aristas y que es necesario impulsar cada una de ellas para avanzar con éxito.  En ese sentido, precisa que han planteado al delegado presidencial la necesidad de contar con una mesa de trabajo regional solo para APS, porque en la actual se diluyen los temas al existir otros actores.

Rodrigo Bustamante

Asimismo,  como Federación están preparando una jornada para capacitar a empleadores y jefaturas porque la mayoría desconoce cómo opera la Ley Consultorio Seguro y su rol: “Muchas jefaturas, prácticamente, mandan al funcionario a que denuncie con el agresor al lado”, indica.

Otra de sus objetivos es que la mutual participe activamente acompañando al trabajador agredido. También están gestionando que la Seremía de Salud se haga parte de las denuncias junto al Servicio, para acelerar el proceso judicial.

Destaca que aun hay mucho por hacer en cuanto a la implementación de condiciones de mayor seguridad, sobre todo en postas y estaciones médico rurales. En estos lugares, indica Rodrigo, la situación se ha agravado por el aumento del tráfico de drogas y no se cuenta ni siquiera con cámaras de seguridad.

En un afán por sumar nuevas alianzas esperan que la Subsecretaría de Prevención del Delito se sume a la mesa de seguridad para brindar apoyo sicológico y acompañamiento legal. También han tenido reuniones con el director del Servicio de Salud para  ver cómo se allegan nuevos recursos a la tarea de aumentar las condiciones de seguridad en los recintos.

Por último, han planteado a la Seremía de Salud la necesidad de mejorar el sistema informático, ya que se cae seguido o no se carga. Eso provoca también el malestar de los usuarios aumentando la posibilidad de una agresión, por ejemplo, al desesperarse por no recibir sus medicamentos.