Hasta el 31 de diciembre de este año, se suspendieron las rondas de salud en la zona rural de Ercilla, a raíz del último atentado sufrido por el equipo de atención primaria hace algunas semanas. Después de un paro y presentación de un petitorio, las y los trabajadores esperan acuerdos para avanzar en la normalización de las atenciones.

Mientras concurrían a Temucuicui (IX Región) hace un par de semanas, cinco funcionarios y funcionarias de salud municipal fueron interceptados con armas de fuego. Los obligaron a bajar del furgón y pese a mostrar sus credenciales, los encañonaron y les quitaron sus pertenencias y medio de transporte el que, posteriormente, fue quemado. Producto de este nuevo hecho violento, las y los trabajadores del cesfam Ercilla presentaron un extenso petitorio a las autoridades y suspendieron sus actividades.

El primer acuerdo alcanzando es que no habrá atenciones en el sector rural hasta el próximo año. Para suplir de alguna manera esta situación, instalaron dos puestos de salud en Ercilla y Pidima:  “La comunidad  resultará afectada, porque es difícil su concurrencia a los puntos por la distancia, porque no hay locomoción colectiva y por el costo que implica trasladarse”, expresa el presidente de la Federación Confusam Araucanía, Carlos Rojas. Sin embargo, agrega que no puede seguir arriesgándose el personal sanitario, “ya que no están las condiciones de seguridad para cumplir su tarea”.

Señala el dirigente que en la zona, en promedio, ocurre un atentado mensual, lo que los mantiene en estado de alarma. A la fecha, 30 funcionarios del equipo de salud han sido afectados de manera directa por la violencia.

La comuna de Ercilla se ubica a 80 kílómetros de Temuco y la proyección de habitantes para 2021 era de 8.500 personas; el 57 por ciento carece de servicios básicos y un 20 por ciento vive hacinado. La zona de Temucuicui, está ubicado a 4,5 kilómetros de Ercilla, allí habitan comunidades mapuche, que se declaran autónomas del Estado y tienen disputas territoriales con empresas forestales. Al lugar, no cualquiera puede ingresar.

Las demandas de APS

Las demandas planteadas por la atención primaria local van más allá de mejores condiciones laborales o de seguridad. Consideran que la pobreza y abandono de la población deben ser abordados y que, desde salud, urge propiciar una transformación.

Respecto a  infraestructura y equipamiento, piden que se financie un sapu, que se evalúe instalar un eleam y un cosam y que se mejoren los caminos de acceso al centro de salud. También solicitan, potenciar la capacidad resolutiva del cesfam con DEA y electrocardiogramas portátiles, saturómetros, ecógrafo y otros. Asimismo, piden instrumental e insumos dentales, exámenes de laboratorio, medicamentos y abastecimiento de leña para postas rurales. En ese mismo sentido, agregan que requieren equipos de radios, internet y generadores eléctricos en establecimientos rurales, para atenciones de telemedicina. También plantean que se contrate más personal de salud y que se instaure una subvención estatal para traslados de usuarios al cesfam:  buses de acercamiento, aumento de frecuencia y acceso y subvención de pasajes.

En temas laborales y económicos, demandan que los traslados a rondas sean en ambulancia para mayor seguridad; atención sicológica para quienes la requieran; contar con seguro de vida, ser considerados como desempeño difícil; incentivo a médicos para trabajar en esa comuna; bono macrozona sur trimestral y regularizar contratos de honorarios.

Entre otros puntos, piden el compromiso de que la suspensión de rondas no implique que se afecte el cumplimiento de metas sanitarias.  Por último, solicitan una reunión con el  Ministerio de Interior para elaborar una propuesta de seguridad en conjunto con entidades comunales y regionales, así como reunión con la  mesa de salud mapuche, para crear en conjunto un plan con pertinencia.

.