Un mes de movilizaciones cumplieron las y los trabajadores de la salud municipal del Iquique demandando que se nivelen sus remuneraciones en un 40 por ciento sobre el sueldo base mínimo nacional (SBMN). Dicen que el monto que recibe el municipio por per cápita permitiría este incremento si este se gastará correctamente y no se le diera otros usos.
Porcentajes muy disímiles paga la Corporación Municipal de Desarrollo Social de Iquique sobre el SBMN a sus cerca de 900 funcionarios y funcionarias de atención primaria. Los que están en los niveles más bajos de las categorías B a la F perciben entre 2.5 y 7.6 por ciento sobre ese valor, mientras que en los más altos, equivale entre 19 y 25 por ciento. Los 56 médicos de la categoría A no están en esa situación porque reciben extra un bono mensual de 740 mil pesos, explica Ximena Vargas, presidenta de Afusami, una de las tres asociaciones de Confusam en este conflicto. Ese bono, denuncia, debería ser financiado con recursos municipales (artículo 45 del Estatuto Administrativo), pero usan el per cápita, lo cual no corresponde legalmente.
Extensas negociaciones
Señala la dirigenta que para respaldar la solicitud de un mejoramiento económico mediante una carrera funcionaria, obtuvieron información vía transparencia de cuánto percibe el municipio por per cápita basal y cuánto utiliza en remuneraciones. Así, determinaron que el monto anual es de 26.500 millones de los cuales gasta 17 mil millones en sueldos; acceder a su demanda implica un alza de la planilla de mil 800 millones anuales, alcanzando una cifra total cercana a los 19 mil millones. Aun con este aumento, la Corporación destina menos del 80 por ciento de lo que recibe mediante per cápita a remuneraciones, agrega.
Se reunieron en agosto con los directivos de la Corporación y les presentaron una propuesta de carrera funcionaria considerando nivelar todos los sueldos base en un 40 por ciento sobre el SBMN. Recién en octubre tuvieron un nuevo diálogo con las cabezas de la entidad, Víctor Guerrero, secretario general y Walter Rodríguez, jefe del Depto. de Salud. En esta no les entregaron una contrapropuesta como esperaban sino un informe económico.
Paralelamente, fueron descubriendo que había gastos que no correspondía imputar al per cápita como las remuneraciones de directivos de la Corporación; el bono de los médicos; pagos por transporte; seguridad y aseo, así como los gastos básicos y las remuneraciones del personal que trabaja en un moderno centro de imagenología que mantiene la institución, expresa Ximena. Lo más grave, indica, es que esa unidad que dispone de cámara hiperbárica y realiza resonancias magnéticas, entre otros exámenes, atiende a usuarios de isapres, fuerzas armadas y particulares y es financiado con recursos del per cápita.
A las situaciones ya descritas, plantea la presidenta de Afusami, se suma que el municipio no entrega aportes a salud como quedó demostrado en la información solicitada por transparencia.
Hostigamiento permanente
Luego de la reunión de octubre, les informaron que habría un nuevo encuentro el 30 de noviembre para ahora sí hacer una contrapropuesta. Sin embargo, ya cansadas las asociaciones base de un alargamiento innecesario de la negociación, iniciaron movilizaciones el 20 de ese mes. Entremedio llegó la propuesta que los molestó aun más, ya que para abultarla sumaron el reajuste del sector público del 4.3.
Como si fuera poco, al momento de recibir sus remuneraciones de noviembre advirtieron que, arbitrariamente, algunos funcionarios -incluyendo quienes estuvieron en capacitación y con licencias-, tenían descuentos por los seis días movilizados.
Frente a ello y basándose en un dictamen para la Corporación Municipal de La Florida multada por la Inspección, obligándola a devolver recursos descontados, conversaron con el Seremi del Trabajo, quien les corroboró que debían ser devueltos los montos, a lo que la Corporación se ha negado hasta ahora. Por ello, la situación se presentó a los tribunales del trabajo y se espera su resolución.
“La única forma de descontarles es con un sumario administrativo que salga a favor del empleador”, declara la presidenta de la Federación Corpamar, Rosalía Soto. Asimismo, denuncia que existe una campaña de amedrentamientos que incluye descuentos, malos tratos y prácticas antisindicales por parte de la Corporación Municipal: “a las rondas costeras les quieren cambiar el horario; están suspendiendo vacaciones, han difundido a la población una oferta cuyos montos no son reales; los están castigando por pelear por su carrera funcionaria que sería viable si no hubiese recursos del per cápita destinados a otros fines”, agrega.
Enfatiza que todo lo que ha conseguido Confusam ha sido en la calle y que el conflicto en Iquique no es la diferencia: “están peleando por sus reivindicaciones”.
Concluye Ximena Vargas expresando que pese a las múltiples presiones seguirán adelante y que, además, cuentan con el apoyo de la directiva de los Consejos Locales que los ha acompañado a reuniones en muestras de solidaridad.