Las agresiones a funcionarios y usuarios de la salud suman y siguen a lo largo del país. Estas se producen por la peligrosidad del entorno de los establecimientos, por descompensación de pacientes o por personas que atacan a las y los funcionarios.

En horas de la tarde, una mujer, molesta por el tiempo de espera gritó amenazas contra las y los funcionarios que a esa hora atendían pacientes en el SAR Sur de Iquique. Ante el estupor de los presentes, la mujer arrojó al suelo computadores y teléfonos de los módulos de atención. Cuando la agresora se dio cuenta que las y los funcionarios estaban contactando al SAMU se retiró del establecimiento.

Afortunadamente, gracias a la celeridad de la denuncia, Carabineros pudo detenerla en su domicilio. Para la vicepresidenta de Corpamar Confusam Iquique, Ximena Vargas “Hechos como este son mucho más comunes y graves que antes. La delincuencia, la migración y el abandono de la atención primaria por parte del Municipio han agudizado este problema. La precariedad con que trabajamos, la falta de horas médicas y de recursos agrava la frustración de las personas que recae en las y los trabajadores y eso jamás debiera suceder”.

Más al centro del país, en la comuna capitalina de San Joaquín, las y los funcionarios y usuarios del Cesfam Baeza Goñi se encerraron al interior del establecimiento ante una balacera y un apuñalamiento ocurridos a metros del lugar. “Si bien el entorno del Cesfam siempre fue conflictivo, las agresiones han aumentado enormemente el último tiempo. Antes, a los funcionarios se les respetaba, incluso con la pandemia hubo revaloración de nuestra labor, pero ahora eso se ha perdido completamente y muchas veces somos el blanco de robos, amenazas, golpes y abusos”, indicó, Úrsula Bernal, presidenta de Confusam San Joaquín.

Ante esta crisis de violencia, la presidenta nacional de Confusam, Gabriela Flores, ha demandado medidas urgentes de parte del Gobierno: “estamos a la espera de la categorización por nivel de riesgo que realizó el Gobierno para determinar las medidas de resguardo más efectivas para proteger a usuarios y trabajadores de la atención primaria. Esta situación no da para más”, concluyó.