Recientemente el Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello difundió un informe que pretende demostrar una supuesta baja en la productividad de la atención primaria versus el incremento de su financiamiento entre los años 2015 y 2023*.
En este texto, sus autores suman linealmente las prestaciones en salud (salvo las de promoción que son excluidas), sin hacer diferencias entre ellas ni por costo ni por tiempo de atención ni por profesionales involucrados, igualando una consulta médica con una atención en domicilio o en urgencia. Luego, dividen el resultante por el monto del presupuesto del sector, concluyendo que la productividad se redujo en un 20,9 por ciento, a pesar de que el número de prestaciones se eleva en un 33 por ciento en el periodo.
Consideramos que este documento no pondera adecuadamente las complejidades de la diversidad de acciones que se realizan en salud primaria, ni considera lo dificultoso que ha sido entregar atenciones pospandemia a una población muy dañada. Más aun, creemos que su verdadero objetivo no es otro que desprestigiar al nivel primario de salud para concluir que este debe ser privatizado. Lo anterior, dejando de lado el fundamental rol jugado por la atención primaria durante la reciente crisis de Covid, el cual fue reconocido a nivel mundial.
Lo decimos una vez más: el problema de la atención primaria no es su ineficiencia, es su falta endémica de recursos. Nuestra organización ha efectuado estudios técnicos determinando que el actual per cápita basal** de $11.798 debe elevarse en más de un cuarenta por ciento parar cubrir realmente las necesidades de la población beneficiaria.
En lo que sí coincidimos con este estudio, es que demuestra que durante el actual Gobierno se ha congelado la construcción de nueva infraestructura en salud primaria. Si bien entrega los datos de la mitad del periodo de la Presidencia de Gabriel Boric (2022 y 2023), se observa que en este lapso no se edificó ningún cesfam ni sar y solo un sapu, a diferencia de los gobiernos anteriores.
Esta nula inversión en infraestructura está provocando un cuello de botella en la atención de nuestros usuarios, la cual está explotando. A nivel nacional, los centros de salud no disponen de suficientes boxes y la instalación de container como solución tiene un límite. A ello se suman las dificultades reiteradas en la interoperabilidad de los sistemas informáticos que hacen aun más lenta la atención.
El abandono de la función pública en salud primaria está abonando el terreno para que en el próximo Gobierno, tal como propone este estudio, se opte por concesionar la construcción de centros de salud y se realicen convenios con privados para ampliar la cobertura.
Como trabajadores y trabajadoras de la atención primaria municipalizada, nos opondremos con todas nuestras fuerzas a la privatización que, de ninguna manera, beneficiará a nuestros usuarios. Por el contrario, solo facilitará que se siga desangrando el presupuesto para salud como ya lo hemos visto a nivel hospitalario.
*Informe La estrategia de APS Universal y el desafío previo de la productividad asistencial para la cobertura efectiva de pacientes del Fonasa.
**Método de pago que consiste en entregar una cantidad fija por cada persona inscrita en atención primaria.