Chile se encuentra en un momento crucial para universalizar la atención primaria. La pandemia demostró, sin lugar a dudas, la importancia de contar con sistemas públicos de salud y con una APS fuerte. Incluso el mismo Banco Mundial hoy pregona el rol relevante del nivel primario. Así las cosas, en 2023 el país contará con un piloto de APS universal en seis comunas que será la base para extenderla a todo el territorio en los siguientes años.
A fines del 2022 se realizó en la sede de la Confusam una nueva reunión online y presencial del Consejo Asesor para universalizar la APS. A esta asistieron el presidente de la comisión salud de la Cámara de Diputados, Tomás Lagomarsino; la diputada Helia Molina; el coordinador de la reforma de salud, Bernardo Martorell y la presidenta de la Confusam, Gabriela Flores, entre otros integrantes.
A juicio del salubrista Ricardo Fábrega, fue un encuentro muy interesante, porque “ya se salió de la nebulosa inicial y entramos a ver productos más concretos”. En ese sentido, plantea la importancia de llevar adelante un plan piloto con éxito en las comunas seleccionadas. Para ello, dice, debe efectuarse “un cambio y no un agregado a lo que ya se hace”.
Destaca que la atención primaria tiene muchos años de realizar las cosas bien, incluida la vacunación por Covid, “pero necesitamos algo más que eso”. Precisa que no bastará con efectuar algunas acciones preventivas puntuales, sino que se trata de llevar adelante un proceso de acompañamiento de las comunidades para una vida saludable. Y, para lo anterior, se requieren ajustes en la infraestructura, equipos e insumos.
Señala que aparte de realizar bien el piloto, “lo más importante es que después lleguemos a todo Chile; no podemos quedarnos en seis comunas si somos 346”. Ese proceso de escalamiento, insiste, requiere acuerdo engranados con otros componentes de la reforma. Por ello, destaca que la diputada Helia Molina mencionase la necesidad de mejoras presupuestarias para los próximos años, con una mirada de crecimiento en el largo plazo. Asimismo, que Tomás Lagomarsino dijese que para que esto sea un acuerdo de Estado debe convertirse en un proyecto de ley.
Fábrega confía en que el piloto parta en marzo y de allí se obtengan los aprendizajes necesarios “Hay varias ideas de cómo acompañar las comunas y hacerles seguimiento”, concluye.