En mayo, una turba agredió al hijo de una funcionaria del cesfam Confraternidad en San Bernardo cuando la iba a buscar. La trabajadora al percatarse de la situación acudió a ayudarlo y, finalmente, debieron involucrarse varios compañeros de labores para rescatarlos de una golpiza. El resultado fue que el joven terminó con su mano fracturada en varias partes; aterrorizadas las 180 personas que se desempeñan en el centro de salud y destrozados los vidrios de varios autos. Sin embargo, hoy la situación ha cambiado y se mira con esperanza el futuro.  

Hace más de una década que la propiedad colindante con el cesfam Confraternidad, ubicado en calle Martín de Solis estaba tomada. Anteriormente, fueron las dependencias de un cosam, pero la ex alcaldesa Nora Cuevas se lo entregó en comodato a la junta de vecinos local. Esta, a su vez, bajo algún tipo de acuerdo, permitió que una persona de su confianza se fuese a vivir al recinto y subarrendara los antiguos box como piezas.

La situación generó roces con las y los trabajadores del cesfam, ya que no solo estaban expuestos al mal vivir y violencia de sus vecinos, también sus vehículos eran apedreados.  Trataron en múltiples ocasiones de que el municipio se hiciera cargo, sin resultados.

La presidenta de la asociación base, Carla Baeza, relata que el 6 de mayo, como todos los días, “el hijo de una compañera la fue a buscar y se estacionó afuera del centro de salud  mientras la esperaba. En ese momento, una de las personas que habitaban al recinto contiguo lo chocó y cuando se bajó a ver lo sucedido, lo agredió e insultó. Luego salió una turba de la propiedad y se congregaron  entre 30-40 individuos que lo agredieron”.

CARLA BAEZA

 

 

 

 

 

 

Mientras esto sucedía, la funcionaria salió del cesfam e intervino. Como la situación se fue complicando, algunos compañeros de trabajo los hicieron ingresar al estacionamiento del establecimiento para protegerlos y también fueron golpeados. Uno de los agresores intentó impactar la cabeza del joven con un palo y, al protegerse le fracturó la mano. Mientras tanto, su auto -que quedó afuera- resultó desvalijado y destrozado. Más encima, todos fueron apedreados y golpeados con puños y palos, afirma la dirigenta.

El joven fue trasladado al hospital Barros Luco e intervenido -posteriormente- en otro centro. Por su parte, las y los funcionarios, sobre todo quienes defendieron a la familia atacada, resultaron muy afectados, “tuvimos un periodo muy difícil entre mayo y junio”, recuerda Carla Baeza.

Los agresores eran usuarios del mismo cesfam así que los dieron de alta administrativa derivándolos.

Más seguridad y ampliación del cesfam

Nuevos box que se habilitan

El cesfam Confraternidad junto al Raúl Brañes son los recintos de la comuna donde se han registrado mayor número de hechos de violencia. Es por ello, que se acordó iniciar mejoras en ellos que, luego, se extenderán a los otros cinco recintos. Expresa la dirigenta que las autoridades comprometieron la instalación de mamparas blindadas, puertas de seguridad, más vigilancia y equipamiento de cascos y chalecos anticortes para los guardias. Además, se reforzará la seguridad externa, aún no se decide si instalarán cercos eléctricos o muros más altos en torno a los consultorios.

A la vez,  se dio la orden de desalojar la propiedad. Ahora se está pintando y limpiando porque se habilitarán, al menos, unos 10 box del antiguo cosam para ampliar las atenciones. Carla manifiesta que están muy contentos: “luchamos durante años por este logro. Por eso,  también es una gran pena que se consiguiera después de un hecho de violencia como el que ocurrió”.