La VIII Región fue la más afectada durante el reciente temporal del mal tiempo. De los once mil damnificados que hubo, más de diez mil viven allí. Prueba de la gran lluvia que los afectó desbordando ríos y canales, es que en la estación Carriel Sur en Concepción, se registró a junio un total de 606 mm de agua caída siendo lo normal 435.7 mm.

La presidenta de Confusam Gabriela Flores, relata que en la  Región, la zona más dañada fue Curanilahue y, en segundo lugar, Lota. En esta se inundó el cesfam Sergio Lagos que estará cerrado por un mes por  filtraciones de aguas servidas, mientras que, en Coronel, al cesfam Carlos Pinto se le cayó el techo del laboratorio. Además, hubo afectaciones en comunas rurales como Hualqui, y Santa Juana, con caminos cortados por donde se trasladan pacientes a los hospitales de alta complejidad.

GABRIELA FLORES

Expresa que a través de los proyectos AGL, se está buscando habilitar la atención primaria, pero estos, dice, “no son muy rápidos y el proceso va a tardar”. Aun así, destaca el trabajo mancomunado entre alcaldes, Confusam y autoridades nacionales y regionales para destrabar los problemas que se suscitaron con las inundaciones: “se está yendo con clínicas móviles a las poblaciones para brindar atención médica y odontológica así como vacunación; también se han instalado unidades en escuelas algunas unidades pero no es suficiente”, afirma.

Enfatiza Gabriela Flores que falta compromiso de la población para prevenir estas situaciones extremas: “la gente no es cuidadosa con la eliminación de basura y eso provocó que los canales colapsaran”.

La sequía continuará

Aunque parezca atemporal hablar de sequía, el cambio climático es una situación estructural que se mantendrá al igual que la menor disponibilidad hídrica en la zona central de Chile. De hecho, una vez que aparezca el anunciado fenómeno de La Niña, se reducirán las lluvias.

El Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2) dio a conocer el año pasado, el documento Seguridad Hídrica en Chile: Caracterización y Perspectivas de Futuro. Este señala que mientras las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes reúnen más del 75 por ciento del volumen total de agua disponible, de Valparaíso al norte es de menos del 1 por ciento, resultando “en una explotación de acuíferos en muchos casos no sostenible, y mantiene a varias cuencas en condiciones críticas de estrés hídrico.”

Asimismo, las tasas de precipitación en el centro han estado bajo la media desde 2010, acentuando una tendencia hacia un clima más seco desde Coquimbo a Aysén y proyectando que los niveles de seguridad hídrica en la zona se vuelvan más críticos.

Por su parte, indica, que surtirse de agua mediante camiones aljibe se ha normalizado, a pesar de que no atiende los problemas estructurales de gestión y de que resulta cada vez “más difícil satisfacer las necesidades de las más de 2.2 millones de personas que habitan en localidades y territorios rurales”.

El documento concluye que, ante un escenario adverso de cambio climático, si bien hay nuevos instrumentos como la Ley de Servicios Sanitarios Rurales y los Planes Estratégicos de Recursos Hídricos en Cuencas (PERHC), requieren algunas mejoras. Asimismo, indica que existen disposiciones del Código de Aguas que se contraponen con metas de seguridad hídrica.