Cuando se municipalizó la atención primaria en los años ochenta, las y los trabajadores prácticamente no contaban con derechos laborales, a lo que se sumaba que percibían sueldos muy bajos. La historia de Confusam nace desde la lucha por mejorar esas condiciones y afianzarlas en el estatuto que hoy rige a la salud municipal. Sin embargo, sobre todo los jóvenes no están teniendo acceso a contratos bajo la Ley 19.378 y laboran en situaciones precarias.
“Realizamos un diagnóstico que permitió darnos cuenta que las y los trabajadores jóvenes son quienes tienen una situación laboral inestable, con contrato por horas y por programas y viven mayores niveles de precarización”, afirma el dirigente nacional, Carlos Mena.
Hace algunos años, indica, habían evaluado condiciones de precariedad laboral en salud rural, “con situaciones estructurales en municipios que no pagan cotizaciones previsionales. Ahora, nos enfocamos desde el punto de vista del contrato a honorario”, señala.
Se trata de contratos muy desiguales si se los compara con aquellos regidos por el estatuto administrativo, sobre todo en cuestiones de beneficios legales. No se reconocen feriados ni derecho a capacitación y existe un desmedro de índole salarial -que han calculado- puede llegar hasta a 200 mil pesos de diferencia en niveles iniciales, explica Carlos.
“Es un contrato que no entrega gran parte de los derechos que tienen los trabajadores de APS, aunque algunos municipios reconocen días de vacaciones o permisos administrativos; pero no se hacen cargo de la seguridad social. Debe encargarse la o el trabajador en desmedro de su salario”, agrega. Además, permanecer largo tiempo bajo esta situación genera falta de proyección laboral en los funcionarios, quienes -finalmente- se cambian de trabajo.
Si bien aún no disponen de cifras, han evaluado que el primer empleo de una importante cantidad de funcionarios y funcionarias jóvenes es precario. Esto es motivado -plantea el dirigente- por la elevada cantidad de programas en convenio que tiene APS, siendo el honorario la opción de los municipios para contratar personal.
Mejorar financiamiento estructural
Expresa Carlos Mena que actualmente cerca del 30 por ciento del financiamiento de la atención primaria se entrega bajo la modalidad de convenio o programa. Por ello, han denunciado insistentemente que cuando aumenta el presupuesto, lo que crecen son los programas, no el presupuesto estructural.
Lo positivo en este panorama, es que se están discutiendo con el Ministerio los objetivos sanitarios para la década 2021-2030. Y, entre los temas de gestión de personal, Carlos Mena y la presidenta de Confusam, Gabriela Flores, han colocado la precarización sobre la mesa: “Se trata de dar una bajada real al diagnóstico de qué está pasando hoy en la atención primaria con el recurso humano y cómo debería cambiar”, concluye.