A medida que los casos positivos de Covid 19 escalaban por sobre los 8.000, las y los funcionarios de la salud municipal se preparaban para vivir una situación muy similar a la que enfrentaron en la llamada Primera Ola: la hospitalización de pacientes en la Atención Primaria ante el colapso hospitalario y el fallecimiento de pacientes más graves en los consultorios.

Así lo detalla Gisel Vera, dirigenta de la CONFUSAM de Conchalí. “Estamos viviendo los momentos más duros de la pandemia atendiendo pacientes graves, con gran requerimiento de oxígeno, que deben pasar momentos muy duros con nuestra asistencia para evitar lo peor mientras esperan una cama en el hospital. Muchas veces logran ser estabilizados, pero otras fallecen en el SAR, porque la enfermedad se puede agravar en forma abrupta. Lo peor es cuando los familiares no alcanzan a llegar en el traslado y los pacientes mueren en su domicilio”.

Un relato similar es el de Pablo Salinas, TENS de urgencia de la comuna de Quilicura, dirigente de la CONFUSAM: “tanto en el SAPU como en la unidad de observación prolongada, que antes fue un CECOSF, hacemos todos los esfuerzos por estabilizar a las personas que llegan más graves. Sin embargo, ha sido muy doloroso todo, presenciar la muerte no era habitual para la gente de la Atención Primaria. Ahora cada día se ven más pasajes y calles con globos blancos, que indican que allí ha muerto un vecino”.

Debido a la falta de camas críticas en los hospitales, el ministerio de Salud, anunció la instalación de 96 unidades de Observación Prologada en la Atención Primaria para mantener con vida a los pacientes más complejos de COVID 19, mientras esperan un cupo en algún hospital o clínica. En la Región Metropolitana, la autoridad mandató la implementación de 35 unidades de este tipo.

Al respecto, la presidenta de la CONFUSAM, Gabriela Flores, ha sido enfática en señalar el rechazo del gremio a este tipo de hospitalización si no se cuenta con los recursos apropiados y el personal de refuerzo para asistir la gran demanda de atención de pacientes graves. “A pesar de los grandes esfuerzos de las y los trabajadores de la salud municipal, la gente llega en condiciones demasiado graves con un pronóstico irreversible. Si a esto le sumamos la falta de cupos en los hospitales, la situación que se vive en muchos centros de urgencia comunales es desesperada. Desde el Ministerio se nos dijo que los pacientes nos estarían más de 6 horas en estas unidades, pero tenemos casos en que pacientes de extrema gravedad pasan más de 16 horas en un SAPU”.

Desde la Región de Coquimbo, Carlos Fuster presidente de CONFUSAM de La Serena, explica la complejidad del momento que viven: “ante el colapso de los hospitales de la Región no sólo estamos recibiendo pacientes graves por COVID 19, sino también de otras patologías que tampoco tienen acceso a camas críticas: accidentes vasculares, infartos agudos, y otros. Son pacientes muy graves que en otro momento hubiesen sido trasladados de inmediato al hospital. Varios de ellos han fallecido en la Atención Primaria”.