Valdivia salió de su primer confinamiento en julio del año pasado y desde noviembre ha vuelto intermitentemente a cuarentena total. Hoy, nuevamente en fase 1, acumula solo en los dos primeros meses del año más fallecidos por Covid que durante todo 2020. De hecho, la Región de Los Ríos registra el índice de incidencia más alto a nivel país por 100 mil habitantes.
El presidente de la Federación Los Ríos, Eduardo Herrera, comenta que se levantó el confinamiento durante dos semanas en febrero en esa comuna “y como cerraron Pucón la gente se vino para acá y las cifras se nos fueron para arriba”. Desde allí solo ha existido un incremento de casos.
El aumento de contagios que partió lento desde la reapertura en julio, agrega, se vincula a un relajo en el comportamiento de las personas en las medidas de autocuidado y prevención, pero también a la necesidad de impulsar el turismo local. Este, en Los Ríos, está conformado por pequeñas empresas y familias que arriendan sus propiedades o prestan servicios por el periodo veraniego, como los periodos entre cuarentenas lo permitieron se dinamizó en parte este rubro.
En febrero, la Región ya había superado la cifra de fallecidos por Covid registrada durante todo el 2020. Mientras los muertos por la pandemia en la zona alcanzaron el año pasado a 148, solo al tercer mes de este año había 142 más.
Una prueba de la escasa coherencia en la administración de las cuarentenas para evitar en esa zona del país un aumento de casos, es lo ocurrido en la comuna de Valdivia. Se levantó la medida el 13 de julio y se volvió a instaurar cuarentena el 11 de noviembre; se pasó a transición el 23 de diciembre y ya estaban en fase 1 el 13 de enero; el 11 de febrero volvieron a fase dos y el 4 de marzo retornaron a confinamiento total, situación que se mantiene. ¿Cuál fue la estrategia sanitaria detrás de esta medida? Evidentemente, ninguna.
Situación en los cesfam
Cuenta el dirigente que desde principios de marzo de este año, se comenzó a suspender el trabajo en turnos en los cesfam y a retornar los equipos completos a sus labores. Claro está, con una atención más lenta producto de las medidas adoptadas en pandemia: “hemos bajado los rendimientos. En promedio atendemos a un paciente por hora”, indica.
Después de un estresante 2020; del inicio de la masiva vacunación contra el Covid y ahora por la influenza, y de la urgencia por retomar atenciones generales, dice Eduardo Herrera que las dotaciones están muy agotadas. Incluso la mayoría de las y los funcionarios ni siquiera tomó sus vacaciones en esa región porque estaban en cuarentena. A ello, se suma un aumento importante en las atenciones por embarazos -incluidos los de funcionarias-, lo que ha implicado un recargo en la atención maternal.
Así, bajo este oscuro panorama de encabezar los contagios por cien mil habitantes, están viviendo la nueva ola de la pandemia. Por ello, insiste el dirigente en que se requieren recursos frescos para atender los actuales requerimientos de la población y las necesidades postergadas durante 2020, concluye.