En diciembre asumió la nueva directiva de esta Federación. Su principal objetivo, dice, será el trabajo en terreno con las y los funcionarios y, sobre todo, preocuparse de la salud mental con la cual se está al debe.
Otras prioridades, declaran, estarán puestas en mejorar los lugares de trabajo: abordando el desgaste de infraestructura, hacinamiento y espacios inadecuados, “lo que se ha evidenciado aún más durante la pandemia”, indica su presidenta Gloria Lillo. También, contemplan en su agenda, apoyar a quienes tienen enfermedades catastróficas, “situación que pocas veces se visibiliza, por lo que es necesario un compromiso integral”.
“Atravesamos tiempos complejos, en que por la pandemia, disminuyeron los presupuestos comunales, lo que afectará algunos programas del APS”, declara la dirigenta. Por ello, consideran fundamental, articular mesas de trabajo con autoridades locales y regionales para buscar mejoras en conjunto y mantener logros obtenidos en gestiones anteriores.
Por último, también dicen que se abocarán a desarrollar propuestas en salud para la nueva Constitución, mediante comisiones de trabajo integradas por trabajadores, directivos y autoridades locales.
Región fronteriza
El avance de la pandemia les preocupa. Argumentan que si bien los controles terrestres aún permanecen cerrados en la frontera, llegan muchos migrantes por pasos no habilitados, por lo que solo resta como APS seguir desempeñando su rol en testeo, trazabilidad y seguimiento de casos Covid. Claro está, señalan, el desgaste ha sido inmenso, con una alta demanda de la población y escasos recursos, con trabajadores en teletrabajo que recargan la labor presencial.
Respecto a los usuarios y usuarias, afirman que la población rural alcanza a un 8,3 por ciento, según el último censo, disponiendo de tres postas en los valles de Azapa y Lluta. Un tercio de los habitantes, se considera perteneciente a un pueblo indígena u originario con predominancia aymara, incluyendo un 4,7 por ciento de afrodescendientes, reconocidos en 2019 como pueblo tribal. Atenderlos conlleva “desafíos multiculturales incrementados con población de migrantes en situación irregular y que viven -principalmente- en zonas rurales”, señala Gloria. Destaca que el programa anual de capacitación integra la interculturalidad, con educación permanente a los funcionarios. Se incluyen facilitadores culturales en algunos centros de salud para brindar atención de calidad.
Además, existe relación directa con los Comité de apoyo a la gestión de salud, en que se abordan las problemáticas de los usuarios; se informa y capacita a la comunidad y se trabaja activamente con los dirigentes sociales de cada cesfam. También participan en el Comité de Gestión Usuaria en que se analizan felicitaciones, sugerencias y reclamos.
Directiva
Presidenta: Gloria Lillo Rebolledo
Secretaria: Nancy Guerrero Aguilera
Tesorera: Ana María Jofre Ormazabal
1era Directora: Claudia del Carmen Frías Améstica
2do Director: Juan Lucero Domínguez
Número de soci@s: 1.554
Periodo: Diciembre 2020-diciembre 2022