Los hechos de violencia en contra de las y los trabajadores del SAPU Padre Vicente Irarrázabal, de la comuna de Estación Central, conocidos mediante las imágenes grabadas por ellos mismos que se han viralizado en redes sociales, muestran la magnitud del flagelo que acecha cada día a quienes laboran en la Atención Primaria.
La desprotección, la inseguridad y la vulnerabilidad que sienten las y los miles de funcionarios frente a la violencia, se suma a la alta exposición al riesgo del contagio en esta emergencia sanitaria. Es por eso, que la CONFUSAM solidariza con todos y todas quienes construyen cada día la salud familiar, en cada rincón del país; muchas veces, en las peores condiciones de trabajo, sólo sostenidos por el enorme cariño a sus comunidades.
Esperamos que el empleador de las y los trabajadores que sufrieron este episodio de violencia en Estación Central, que en este caso es la Dirección del Servicio de Salud Metropolitano Central, tome cartas en el asunto, realizando la denuncia correspondiente a la justicia y activando la coordinación con las policías, por una parte, y con la mesa de seguridad por otra, para prevenir y evitar otro hecho tan grave como este o peor aún.
En este sentido, la Presidenta de este gremio exigió a las autoridades medidas urgentes frente la violencia ascendente en contra de trabajadores y establecimientos de Salud sin obtener hasta ahora ninguna respuesta de parte de los ministros y subsecretarios de Interior y Salud, demostrando con esto la indiferencia del gobierno frente a este flagelo.
Asimismo, la CONFUSAM declara que serán estas autoridades las y los responsables de las eventuales agresiones que puedan ocurrir, ya que es el propio gobierno el que no ha dado ninguna señal clara y contundente sobre la protección de las personas, que en este momento están dando la más dura batalla por la vida de las y los chilenos en esta pandemia.
En esta línea, exigimos la instalación de más y mejores medidas de protección en los establecimientos, la coordinación para el resguardo prioritario de los centros de salud por parte de las policías y los recursos suficientes para una prevención efectiva de agresiones y daños mayores.
Los graves hechos ocurridos en Estación Central no pueden considerarse como un incidente aislado, ya que forman parte de una nueva escalada de violencia contra los establecimientos de Salud, que estamos constatando en las últimas semanas y que debe ser una preocupación prioritaria para las autoridades locales y nacionales, principales responsables por el bienestar y la integridad de las y los trabajadores de la Salud Pública.