La Confusam manifiesta su preocupación ante la inconsistencia del Ministerio de Salud en torno a la “actualización” del protocolo para realizar cuarentenas preventivas que, como lo indica la propia autoridad en la resolución exenta número 403, en su artículo 6: “las personas que sean caracterizadas como caso probable deberán permanecer en cuarentena o aislamiento por 14 días, o hasta que se haya descartado la enfermedad, mediante la realización de un test PCR”, borrando con el codo los estándares de seguridad establecidos días atrás y que validaban sólo el confinamiento por catorce días, se tuviese exámenes positivos o negativos.
Dicho cambio, que se publicó en el diario oficial el mismo día en que el propio Subsecretario de Redes, Arturo Zúñiga, se tomó el examen de PCR, aplicó un criterio diferente al establecido por el Consejo Asesor y cuestionado por la Sociedad Chilena de Infectología en su más reciente declaración, donde se deja en claro que la evidencia no respalda la seguridad de terminar con el confinamiento confiando en un resultado de PCR negativo.
La CONFUSAM cuestiona estos cambios de criterio, que ignoran la evidencia científica y el consejo de los expertos, que indican para personas que sean contactos estrechos asintomáticos, no habiendo completado el período de incubación de la enfermedad, que una cuarentena menor a catorce días no permite dar certezas ni seguridad respecto a su poder de contagiosidad y diseminación en días posteriores.
Por el contrario, como es conocido por todos, el día de hoy, frente a los medios de comunicación, el ministro de Salud declara que desde ahora las cuarentenas en los casos sospechosos asintomáticos se verá reducida.
Es importante señalar que la experiencia clínica y científica al respecto, a nivel mundial, establece que incluso aparecen síntomas fuera de los rangos entre los 6 días y los 12 días posteriores a los contagios, lo que supone un grave riesgo y enfrentar además, la posibilidad de que personas asintomáticas transmitan la enfermedad al verse obligados a retornar a sus labores sin un examen como corresponde y sin la certeza científica de su condición.
Este movimiento nuevamente nos enfrenta con la clara determinación de este gobierno, de retomar una normalidad en medio de la anormalidad absoluta, frente a una semana en la que se desbordan las cifras y las certezas se estrellan contra el suelo.
Grave es ciertamente, que en medio de la peor crisis sanitaria de que tiene memoria Chile, con más de 1113 muertes, con más personas de 105.000 contagiadas se pretenda improvisar una medida que debió ser producto de una opinión científica y no político economicista que, además, avalaba el pronto regreso del Subsecretario de Redes a sus labores habituales.
Por otra parte, manifestamos nuestra inquietud frente al cambio en la estrategia de abordaje de la atención de pacientes con síntomas respiratorios en la red de urgencia de la Atención Primaria, que adaptaría estos dispositivos para atender pacientes con sospecha y confirmación de COVID 19 como salas de prehospitalización mientras se liberan cupos en urgencias hospitalarias. Es de público conocimiento la precariedad de elementos de protección personal que tiene la Atención Primaria en el abordaje de la pandemia y que distan mucho del equipamiento de seguridad con que debieran contar las urgencias de clínicas y hospitales. Por esta razón, exigimos a la autoridad la fijación de estándares de protección personal y de seguridad homologados a los que deben existir en los recintos de nivel secundario, ya que de lo contrario expondría a los equipos de la APS a un riesgo mayor que al que diariamente están expuestos y que ya ha cobrado cuatro vidas y provocado la hospitalización de 25 trabajadores/as.
Dicho lo anterior exigimos, además, al ministerio de Salud que la mesa COVID 19 funcione a la luz de la evidencia científica, que se incluya en esta instancia la voz de los sectores que desean una salud digna para Chile, y que de una vez por todas se tomen las medidas necesarias para salvar las vidas de los usuarios/as cautelando la integridad física y psicológica de las y los trabajadores de la Atención Primaria.
Directorio Nacional
CONFUSAM