Dramático resultó este año para la atención primaria enterarse de que el presupuesto del primer nivel de salud sería contenido, en aras de destinar mayores recursos a las listas de espera hospitalarias. De esta manera, el per cápita se congeló por primera vez en la historia de este sistema de financiamiento.
El monto final preocupó a Confusam, ya que la organización planteó al Parlamento un plan de aumento de tres años del per cápita para cerrar su brecha. Esta propuesta implicaba que en 2025 llegase a $12.960 y, en 2027, a $15.680, lo que no fue escuchado quedando su valor bajo los 12 mil pesos.
En ese sentido, el vicepresidente de la organización, Cristian Rodríguez expresa que -como estrategia- iniciarán a partir de marzo, un proceso de sensibilización de las y los congresistas, sobre la brecha del per cápita y la propuesta de cierre en tres años que hicieron y que no fue considerada. Indica que plantearán que tal como el Parlamento negoció con el colegio médico cerrar las listas de espera, “queremos un plan similar para la atención primaria”.
Crisis de financiamiento en atención primaria
84 días estuvieron en paro los consultorios de La Serena el año pasado por la crisis económica de la Corporación; 120 trabajadores de la atención primaria de Linares fueron despedidos a fines de año por falta de recursos, aunque la Afusam revirtió parte importante de estos. Se trata de dos ejemplos que Confusam teme sigan aumentando.
El vicepresidente de la organización alerta sobre que “será cada vez más común que las comunas tengan problemas de compra de medicamento falta de insumo y desvinculación de funcionarios”, porque disponen de menos recursos para la atención primaria.
Una de las razones de este déficit, -señala- se origina en la diferencia entre el cálculo del gasto en recursos humanos que hace el Ministerio de Salud y la situación efectiva en las comunas. Explica Cristian Rodríguez que, en 2024, Confusam realizó un estudio que demuestra que el per cápita no está creciendo porque no se contempla la realidad de las remuneraciones. Es decir, plantea, “se gasta más plata en recursos humanos porque es más caro y eso está dejando a la atención primaria con falta de insumos, hay comunas que no pagan las imposiciones; otras tienen deudas con los laboratorios, a veces se dejan de hacer exámenes porque se quedan sin financiamiento”.
Otra situación que pone en déficit el presupuesto de atención primaria, precisa Cristian, ocurre porque los alcaldes desarrollan estrategias que no deben pagar con per cápita: “si financian farmacias u ópticas populares o policlínicos con per cápita, están echando mano a un fondo cuyo fin es otro; esas iniciativas muy valoradas por la población, deben ser financiadas con presupuesto municipal”, indica. Para ello, plantea que con urgencia el Ministerio de Salud “se ponga los pantalones”, y fiscalice de manera más estrictas en que se gastan los recursos para atención primaria.
Finalmente, el dirigente resalta que esta pelea por mayor presupuesto debe darse en conjunto con la Asociación Chilena de Municipalidades, ya que “el peso de la diferencia del per cápita recaerá sobre los presupuestos municipales y quienes terminarán pagando las consecuencias serán los usuarios y los trabajadores”.
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