Para los que habitamos en el continente, es difícil comprender la importancia que tiene para las y los trabajadores públicos en Chiloé que les homologuen su bono zona extrema con Palena. Pero cuando sabemos que solo cruzar el canal de Chacao les cuesta -ida y vuelta- $50.000, podemos comenzar a entender el impacto económico que tiene vivir en una isla y que no se reconozca esa condición.
Fernando Pérez, presidente de Confusam Chiloé, relata que desde que se creó el bono zonas extremas en 2007 para la atención primaria, siempre ha sido superior el monto que se le ha entregado a Palena, provocando desigualdad entre ambos territorios.
Actualmente, precisa, la diferencia supera los 160 mil pesos trimestrales, lo cual no tiene justificación porque Chiloé es una isla, con una alta tasa de ruralidad, difícil acceso y condiciones climáticas muy adversas, factores que justifican su consideración como zona extrema. Incluso Palena dispone de conectividad terrestre hacia el resto del país vía Argentina, mientras que Chiloé depende exclusivamente del transporte marítimo y aéreo.
Mesa bono zona extrema
Esta situación de discriminación territorial, hizo que se organizaran las y los trabajadores de Chiloé incluyendo la atención primaria de salud, municipales, asistentes de la educación y funcionarios VTF (Vía Transferencia de Fondos), quienes conformaron la Mesa bono zona extrema, para levantar su demanda común. “Somos 5.138 trabajadores y trabajadoras y los más perjudicados somos nosotros, ya que tenemos la mayor diferencia con el bono que se entrega en Palena, la diferencia entre los municipales es de 128 mil y entre los asistentes de la educación de 87 mil entre ambas provincias”, explica el dirigente.
La demanda ha sido levantada en los últimos años en la Mesa del Sector Público sin ser atendida. Por ello, se organizaron localmente buscando el apoyo transversal de sus parlamentarios. La homologación del bono implicaría cubrir una brecha económica cuyo costo se calcula anualmente en 2.500 millones de pesos.
Congelamiento del per cápita
Fernando Pérez, asimismo, lamenta el congelamiento del monto del per cápita para 2025. Expresa que en Chiloé deben atender una veintena de islas siendo su medio de transporte la lancha.
“Los gastos operacionales para hacer una ronda marítima son enormes, todo es más caro acá, deberíamos tener un per cápita de isla que considere los traslados”, argumenta el dirigente. Por ello, reflexiona que no contar con los recursos necesarios obviamente repercutirá en los usuarios, “para nosotros es una noticia trágica”, declara.